El joven artista Andrés Valencia consigue su primera exposición individual en el museo con ‘Perfiles en color’

31 diciembre, 2025

A sus apenas 14 años, Andrés Valencia se está preparando para un hito que muchos artistas no alcanzan hasta décadas después de haber iniciado su trayectoria: una exposición individual en un museo. Abierta el 21 de marzo de 2026, Perfiles en Color: Las Pinturas de Andrés Valencia marca la primera presentación en solitario del pintor con sede en California en la región triestatal en el Nassau County Museum of Art (Museo de Arte del Condado de Nassau).

A principios de este año, Valencia expandió su práctica hacia el grabado mediante una colaboración con Mourlot Editions, el histórico estudio de París conocido por producir ediciones con artistas como Pablo Picasso, marcando un paso significativo en la creciente relación del joven artista con la historia del arte y la edición tradicional.

La exposición reúne más de una docena de retratos de gran formato que muestran el lenguaje ya reconocible de Valencia: anatomía fracturada, colores audaces y figuras expresivas que aluden a hitos de la historia del arte, mientras se mantienen claramente contemporáneas. Ecos cubistas emergen junto a distorsiones juguetonas, con rostros y cuerpos desunidos y reensamblados mediante líneas afiladas y colores saturados.

Para Valencia, la muestra no se trata tanto de demostrar habilidad técnica como de exponer un argumento más amplio sobre la creatividad en sí misma. “Quiero que la gente sepa que el arte y la expresión no tienen límite de edad. Jóvenes y mayores pueden ser creativos”, dice. “Me expreso con la pintura y quiero que la gente también la disfrute y se sienta inspirada. El marco museístico, añade, “me permite llegar a más personas y continuar mi camino de inspiración.”

«Siempre me había imaginado este momento, pero no sabía que llegaría tan pronto»

Ese camino ha acelerado rápidamente. Valencia atribuye el impulso a un amplio círculo de seguidores que lo han ayudado a llegar a este momento, señalando que la oportunidad aún le parece surrealista. “He imaginado este momento durante mucho tiempo, pero no creí que llegaría tan pronto”, afirma. De pie en el Nassau County Museum, vio un hogar natural para su trabajo. “Este es el lugar perfecto para mi exposición en solitario. Es muy emocionante.”

Entre las obras destacadas de la exposición se halla “El Mariachi”, una pintura que ya se ha convertido en emblema de su práctica. La pieza toma elementos de la vestimenta tradicional de intérprete, exagerados a través de la paleta y la escala características de Valencia. “La tela de algodón era tan grande que tuve que usar una escalera para pintar el sombrero de mi personaje”, recuerda. Elaborada con pasteles al óleo y pintura acrílica, la obra evolucionó con el tiempo. “En un momento pensé que había terminado, pero unos días después pensé que necesitaba más colores, así que salpicé varios colores en el costado de mi personaje. En ese momento supe que finalmente estaba terminada.”

El color, para Valencia, no es meramente decorativo sino estructural. Sus símbolos recurrentes y sus figuras fragmentadas emergen de forma intuitiva, a menudo totalmente formadas en su mente antes de trasladarlas al lienzo. “Estas son imágenes que simplemente llegan a mi mente, las veo y las llevo a un lienzo”, explica. “La paleta de colores ayuda a darles vida a estas figuras.”

«No es como un trabajo en el que se invierte una cantidad fija de horas; todo depende de cómo me sienta en cada momento»

Fuera del estudio, las influencias de Valencia se extienden más allá de la pintura. La música acompaña constantemente su proceso creativo, abarcando décadas y géneros. “A menudo entro en mi estudio y pongo música a todo volumen que me inspira”, explica, señalando una mezcla de temas de los años 60 y sonidos contemporáneos. Las plataformas en línea también han modelado su educación. “Veo mucho YouTube; ahí es donde he aprendido tanto sobre los artistas que me inspiran, como Picasso y Modigliani.”

A pesar de la creciente atención internacional, la rutina diaria de Valencia se mantiene fundamentada. La escuela ocupa sus días de semana, mientras las noches y los fines de semana están dedicados a la pintura. Sin embargo, la inspiración no se administra con un horario fijo. “No es como un trabajo en el que tendrías que dedicar un número determinado de horas; todo depende de cómo me sienta en ese momento”, señala. Las ideas pueden aparecer en cualquier momento, enviándolo de regreso al estudio tarde en la noche o al mediodía.

Quizá la respuesta más inesperada a su obra ha sido lo ampliamente difundida que ha llegado más allá de las galerías. “Me ha sorprendió principalmente cuántas escuelas alrededor del mundo han utilizado mis obras en las aulas, recreándolas en clase”, dice Valencia. “Cuando recibo mensajes de escuelas, me dan ganas de seguir creando.”

A medida que la exposición abre sus puertas en marzo, ofrece una instantánea de un artista aún en las primeras etapas de su trayectoria, ya pensando mucho más allá del momento presente.

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Camila Torres

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Soy periodista y redactora en Diario22.ar, apasionada por las historias que conectan la actualidad con la gente. Me formé en comunicación social en Buenos Aires y desde entonces busco darle voz a lo cotidiano, con una mirada curiosa y humana. Creo que el periodismo no solo informa: también inspira y transforma.

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