Un fenómeno tan inquietante como fascinante tiene desconcertados a científicos y habitantes del sur de Chile. El lago Cachet II, situado en la remota región de Aysén, en plena Patagonia, desapareció por completo en menos de 24 horas, dejando tras de sí un enorme cráter seco, grietas profundas y un silencio inquietante. Nadie sabe con certeza adónde ha ido a parar el agua, aunque las hipótesis apuntan a un misterioso sistema subterráneo que conecta el lago con los ríos glaciares de la zona.
El suceso no es nuevo. Este lago, que se alimenta del glaciar Colonia, ha desaparecido más de una decena de veces en los últimos años. Sin embargo, el último evento ha sido uno de los más rápidos y espectaculares registrados hasta ahora. Según los expertos, más de 200 millones de metros cúbicos de agua —el equivalente a 80.000 piscinas olímpicas— se drenaron en apenas unas horas, un fenómeno tan repentino que incluso fue detectado por los satélites de la NASA.
“Es como si el suelo se lo tragara. Un lago entero puede desaparecer en cuestión de horas, y cuando volvemos, no queda nada.”
— explicó el glaciólogo chileno Andrés Rivera, del Centro de Estudios Científicos (CECs).
El misterio bajo el hielo
Los científicos creen que la causa está en un proceso conocido como drenaje glacial catastrófico, que ocurre cuando el agua acumulada bajo el hielo rompe las barreras naturales que la retienen. En este caso, el lago Cachet II se encuentra sobre un sistema de túneles subglaciales conectados al Campo de Hielo Norte. Cuando la presión del agua es demasiado alta, el hielo se fractura y el líquido se escapa por debajo del glaciar, desapareciendo hacia canales ocultos que podrían extenderse decenas o incluso cientos de kilómetros.
Los investigadores han detectado que gran parte del agua podría terminar en el río Baker, uno de los más caudalosos de Chile, o incluso filtrarse hasta el océano Pacífico. Sin embargo, la ruta exacta sigue siendo un enigma, ya que las redes subterráneas cambian constantemente con el movimiento de los glaciares.
Una belleza peligrosa
Los habitantes locales describen la desaparición del lago como un espectáculo tan sobrecogedor como aterrador. Muchos han vivido de cerca este fenómeno, viendo cómo un paisaje de agua azul turquesa se transforma en un desierto gris lleno de grietas y barro seco. “Ver cómo el lago desaparece es impresionante, pero también da miedo. Uno se siente pequeño frente al poder de la naturaleza”, comentó Carolina Torres, una residente de la zona.
Los drones utilizados por los investigadores mostraron imágenes impactantes: un lecho vacío, bloques de hielo colapsados y profundas cavidades que parecen abrirse hacia las entrañas del planeta. Para los lugareños, cada desaparición deja una mezcla de asombro y tristeza, pero también una curiosa sensación de respeto hacia la naturaleza que domina su entorno.
Un fenómeno que podría repetirse
Desde 2008, el lago Cachet II se ha vaciado al menos 15 veces, y los científicos advierten que podría volver a suceder con mayor frecuencia debido al cambio climático. El calentamiento global acelera el derretimiento de los glaciares, altera la presión interna del agua y hace que las barreras naturales de hielo sean cada vez más frágiles.
Los expertos apuntan a tres factores principales que explican este fenómeno:
- El derretimiento acelerado del glaciar Colonia debido al aumento de las temperaturas.
- La acumulación de agua subglacial, que genera presión y provoca fracturas en el hielo.
- Los movimientos tectónicos y sísmicos propios de la región patagónica, que abren nuevos canales bajo tierra.
Según el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (SERNAGEOMIN), cada vaciamiento libera una fuerza hidráulica tan grande que altera temporalmente el caudal del río Baker y modifica la geografía del entorno. Por eso, la zona se ha convertido en un laboratorio natural para estudiar la interacción entre glaciares, agua y geología.
“Cada evento nos enseña más sobre la dinámica interna de los glaciares y sobre cómo el planeta responde al cambio climático.
Lo que pasa aquí podría ayudarnos a entender lo que ocurrirá en otras regiones del mundo.”
— explicó la científica canadiense Helen Fricker, experta en procesos glaciares.
Una advertencia desde el fin del mundo
El lago Cachet II simboliza el poder impredecible de la naturaleza y el impacto silencioso del calentamiento global en los ecosistemas polares. Su desaparición repentina no solo deja un vacío en el paisaje, sino también una advertencia: lo que ocurre en los confines de la Patagonia podría ser un reflejo de los cambios profundos que experimenta la Tierra entera.
Mientras los científicos instalan nuevos sensores para anticipar el próximo evento, los habitantes de la región viven con una mezcla de orgullo y temor. Orgullo por habitar una de las zonas más puras y salvajes del planeta; temor porque saben que, en cualquier momento, el lago que vuelve a llenarse podría desaparecer otra vez, tragado por el corazón helado de la Patagonia.