A cuatro meses del crimen de Luis Walberto Morales, un empleado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) de 63 años que fue hallado en un charco de sangre en su casa con 11 puñaladas, el caso sigue sin detenidos y la investigación, estancada. 

Hace una semana, el Juzgado de Instrucción N° 1 libró un oficio donde ofrecen $500.000 a quienes aporten datos para el esclarecimiento del homicidio, ocurrido en el barrio Fray José de la Quintana, el pasado 2 de abril. La jueza Norma Beatriz Agraso solicita que cualquier novedad sea remitida a la comisaría más cercana al domicilio del informante, o bien al Juzgado de instrucción N° 1, teléfono 379-4423135.

“No se sabe nada, no hay detenidos, la Justicia tampoco nos da una respuesta”, contó este viernes el hijo de la víctima, Luis Alberto Morales, en comunicación telefónica con Norte Grande Federal, durante el Informativo Federal a las 12. 

El hombre además resaltó que la Justicia “interrogó a todos los vecinos, que como siempre nadie vio nada, o no sabe si no se quieren involucrar”. Explicó que constantemente piden ayuda con la investigación por cualquier dato que puedan aportar.

No obstante, sostuvo que el lanzamiento de la recompensa de medio millón “es una esperanza más que se les abrió, porque quizás quieran colaborar”. También adelantó que pegarán panfletos con la información en toda la zona donde vivía Luis Walberto. 

Sobre los motivos del crimen, el hijo del asesinado aseguró que el hecho “los sorprendió totalmente”, porque no tenían conocimiento de que el empleado de la UNNE tenga algún “enemigo”. “Al que le preguntan, les va a decir que era una excelente persona y que nunca tuvo problema con nadie”, aseveró en diálogo con NG Federal.

Además, consultado acerca de las versiones de que era prestamista, dijo que “él prestaba plata a sus amigos, a sus conocidos e incluso a compañeros de trabajo”. Aún así, descartó que tuviese problemas económicos, aunque reconoció que “no sabían si tenía dinero guardado ni nada por el estilo”.

Por otra parte, Luis Alberto también se refirió al celular, un elemento clave en la investigación. La o las personas que llevaron adelante el asesinato se habrían llevado el móvil, que más tarde se recuperó a unas cuadras de la casa de la víctima. Al respecto, dijo que “hasta el momento, la fiscal no les dio ninguna respuesta de eso. No tienen nada”. 

“Tenemos la esperanza todavía, con esto de la recompensa, de que la gente se digne a colaborar con la información o con lo que sabe”, finalizó Luis Alberto, el hijo del empleado universitario hallado muerto.

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