Miles de dueños de mascotas se preguntan lo mismo cada día: ¿por qué mi perro insiste en lamerme los pies? Aunque pueda parecer un gesto extraño, divertido o incluso incómodo, un veterinario ha explicado que este comportamiento tiene un origen mucho más profundo de lo que la mayoría imagina. No se trata de un simple hábito ni de un juego pasajero, sino de una señal emocional y biológica que revela información clave sobre la relación entre el perro y su familia humana.
Muchos dueños creen que los perros lamen por simple cariño, pero la ciencia indica que detrás de ese gesto hay mensajes que solo recientemente han comenzado a estudiarse con seriedad.
Un comportamiento instintivo con un fuerte componente emocional
Según especialistas en conducta canina, lamer los pies no es un acto al azar. Los perros utilizan la lengua para explorar, comunicarse y transmitir información. Para ellos, el cuerpo humano es un mapa lleno de olores y señales químicas que ofrecen pistas sobre nuestro estado emocional y físico.
Un veterinario consultado para el estudio lo explicó de forma directa:
“Cuando un perro lame los pies de su dueño, no solo está mostrando afecto; también está interpretando olores y feromonas que le permiten entender cómo se siente la persona.”
Esto significa que los perros pueden detectar estrés, nervios, cansancio e incluso cambios hormonales, simplemente a través del sudor presente en los pies. Lo que para los humanos es desagradable, para ellos puede ser una fuente rica de información.
Las razones más sorprendentes que motivan este comportamiento
Las investigaciones muestran que existen varios motivos que explican por qué los perros se obsesionan con los pies humanos. Algunas son biológicas, otras emocionales y otras están directamente relacionadas con el vínculo entre animal y dueño.
Entre las causas más frecuentes destacan:
- Búsqueda de información química presente en el sudor
- Necesidad de conexión emocional y reafirmación del vínculo
- Instinto de cuidado heredado de los lobos, que se expresa a través del acicalamiento
- Refuerzo inconsciente por parte del dueño (reír, hablarle o prestarle atención cuando lo hace)
- Marcaje social: el perro identifica a su humano como parte de su grupo
Para los especialistas, ninguna de estas razones implica un problema de comportamiento. Sin embargo, sí revela hasta qué punto los perros dependen del contacto físico para sentirse seguros.
¿Debes preocuparte si tu perro lo hace demasiado?
Aunque lamer los pies suele ser un comportamiento normal, los veterinarios advierten que en ciertos casos puede indicar ansiedad o exceso de dependencia. Si el perro lo hace compulsivamente, sigue al dueño por toda la casa o se estresa cuando no puede acercarse, podría tratarse de un síntoma de inseguridad emocional.
El veterinario señala que es importante observar el contexto:
“Si el perro lame de forma ocasional, es un gesto de afecto y de comunicación. Pero si lo hace sin parar y no puede relajarse, entonces sí conviene buscar orientación profesional.”
En muchos casos, el problema se resuelve ofreciendo rutinas más estables, ejercicios mentales y un entorno emocional equilibrado.
Cómo reaccionar para no reforzar el comportamiento
Muchos dueños, sin darse cuenta, refuerzan la conducta al reírse, acariciarlo o hablarle justo después de que el perro lame los pies. Para él, esa reacción es una recompensa clara. Si se desea reducir el comportamiento, es fundamental mantener una actitud neutral y redirigir su atención hacia un juguete o una actividad más adecuada.
Comprender este gesto ayuda a fortalecer la relación entre el perro y su familia. Después de todo, la mayoría de los animales no lamen por molestar, sino por conectar.
La próxima vez que tu perro se acerque a tus pies con la lengua fuera, recuerda que no lo hace por costumbre ni porque le guste el sabor. Lo hace porque está intentando decirte algo, entenderte mejor y mantenerse cerca de ti. Y eso, según los expertos, es una de las señales más claras de que tu perro te considera el centro de su pequeño mundo.