El Challe Cafe en Kioto, diseñado por UNC Studio, es un proyecto de renovación llamativo que fusiona estéticas de diseño japonesas y mexicanas dentro de una tradicional casa machiya de madera. El café, que sirve café de especialidad, tacos japoneses y churros, logra equilibrar con éxito su concepto de fusión manteniendo meticulosamente el carácter del edificio histórico. La filosofía de diseño central, según el fundador del estudio, Keiji Kadota, no era crear una imagen mexicana ortodoxa, sino imaginar una fusión contemporánea que conserve la tradición.
El elemento de diseño más impactante es el interior dramático y monocromático de la cafetería: todo el espacio se tiñe de un rojo profundo. Este tono rico, logrado con pintura elaborada a partir de taninos de persimón y un pigmento derivado del óxido de hierro, contribuye a una atmósfera mexicana que se fusiona con la arquitectura japonesa histórica para darle una profundidad distintiva al espacio. Para realzar la sensación de volumen en la planta baja con techo bajo, los diseñadores introdujeron un vacío (atrio) que conecta visual y físicamente el área de la barra de la planta baja con la zona de asientos de la primera planta, fomentando una comunicación interactiva.
El diseño conserva gran parte de la estructura de madera original del edificio, al tiempo que introduce elementos nuevos y llamativos para intensificar la atmósfera y el flujo espacial. Un atrio central conecta la planta baja de techo bajo con el área de asientos de la planta superior, fomentando la interacción entre los huéspedes y el personal.
La reutilización de materiales y la artesanía son elementos centrales de la identidad del proyecto. Columnas recuperadas se reutilizaron como estanterías y bancos, mientras que los taburetes se tallaron a partir de bloques de madera maciza tratados con el tradicional método de carbonización yakisugi. El cuero envuelve la barra y las mesas comunitarias, elegido por su capacidad de desarrollar una pátina con el tiempo. En conjunto, estos detalles crean un entorno con capas y atmósfera que fusiona el patrimonio y la innovación.
Los azulejos distintivos de la planta baja fueron fabricados a medida por un estudio de cerámica con un esmalte rojo que complementa el interior. En lugar de luces de techo convencionales, los accesorios de iluminación hechos a partir de secciones de acero estándar se fijan a las pilares estructurales para iluminar el techo y las paredes, minimizando la intervención en la estructura histórica.