El visionario arquitecto Frank Gehry ha fallecido en su casa de Santa Mónica, a la edad de 96 años.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su jefe de personal al diario The New York Times, y se atribuyó a una breve enfermedad respiratoria.
Más conocido por el icónico Museo Guggenheim de Bilbao, revestido de titanio, Gehry redefinió el potencial de los horizontes urbanos, convirtiendo la arquitectura en una experiencia fluida y escultórica.
Entre sus otras obras emblemáticas, entre ellas la Walt Disney Concert Hall y la Fondation Louis Vuitton, cimentaron su estatus como el arquitecto más destacado de su generación y lo convirtieron en un nombre conocido a nivel internacional.
Para muchos, el estilo del laureado con el Premio Pritzker ha sido descrito como indefinible, pero a menudo empleaba materiales inusuales para crear formas tanto orgánicas como industriales.
Reflexionando sobre su enfoque del diseño y de la experiencia humana, Gehry dijo a Alta Journal a principios de este año: «Primero, pregunto: ¿Qué quieres hacer en este espacio? ¿Es una biblioteca, un museo, una residencia, una galería de arte, un garaje, una oficina?»
«La segunda cosa que digo: cuéntame qué emoción quieres sentir. Entregaré un edificio que cumpla con tu programa y respete tus objetivos emocionales.»
A Gehry le sobreviven su esposa, Berta, y sus hijos.