Estudio demoledor: los coches de gasolina se reemplazan cada 12 años, mientras que los coches eléctricos se renuevan en solo 3

31 diciembre, 2025

Un giro en los hábitos de propiedad

Un estudio de S&P Global revela un cambio de costumbres en la retención de vehículos en Estados Unidos. Los coches de gasolina se conservan de media más de una década, mientras los eléctricos se sustituyen con mayor prontitud.

El hallazgo subraya la fuerza de la innovación y de los precios en las decisiones de compra. La relación entre coste, oferta y expectativas determina cuánto tiempo permanece un coche en manos de su propietario.

Frecuencia de renovación: gasolina frente a eléctrico

La antigüedad media de los coches de gasolina ronda los 12,5 años, y sube a 13,6 si se excluyen los utilitarios. Es una prolongación sostenida, alineada con la tendencia ascendente de los últimos seis años.

En contraste, los eléctricos se reemplazan alrededor de cada 3,6 años, reflejando un mercado más dinámico. La rápida evolución tecnológica recorta los ciclos de renovación y favorece la actualización frecuente del parque.

También pesa el impacto de 2022, con menos vehículos disponibles y 13,9 millones de ventas frente a 14,6 en 2021. Ante la escasez, muchos propietarios prolongaron el uso por pura necesidad.

¿Por qué duran más los coches de gasolina?

El aumento de los precios, tanto en modelos eléctricos como térmicos, impulsa a conservar lo que ya se tiene. La financiación más cara y la incertidumbre macro refuerzan el inmovilismo del consumidor.

La percepción de mayor fiabilidad mecánica y la red de talleres ya madura sostienen la vida útil de los motores de combustión. A ello se suma un mercado de ocasión con demanda amplia, que permite vender en el momento más oportuno.

Por qué los eléctricos se reemplazan tan rápido

En el lado eléctrico, el motor es la innovación constante: cada año mejora la autonomía, el control térmico y la eficiencia de la batería. Ese salto visible anima a muchos a pasar al siguiente modelo sin esperar demasiado tiempo.

Los ciclos de leasing de 36 meses, muy comunes entre compradores con mayor poder adquisitivo, encajan con esta rotación. Además, incentivos fiscales y promociones de fabricantes aceleran la renovación y reducen el apego al coche actual.

Marcas como Tesla o BYD marcan el ritmo con plataformas actualizadas y mejoras de software. La combinación de avances de hardware y funciones digitales justifica el salto generacional.

Efectos en el mercado de segunda mano

La llegada rápida de eléctricos al canal de ocasión crea un stock de seminuevos con descuentos atractivos. Sin embargo, la devaluación inicial puede ser mayor por la sensación de obsolescencia acelerada.

Las garantías de batería, a menudo de 8 a 10 años, reducen el riesgo si se verifica el estado del acumulador. Herramientas de diagnóstico y un historial de carga transparente aportan más confianza al comprador.

Para los térmicos, la demanda se mantiene sólida en áreas con red de carga insuficiente. Allí, el coste total de propiedad predecible sigue siendo un argumento decisivo.

Una cita que resume la tendencia

“Los ciclos de sustitución no son solo cuestión de precio; son la consecuencia directa del ritmo de la innovación y de la confianza del consumidor.”

Claves para decidir la próxima compra

  • Calcular el coste total de propiedad: energía, seguros, mantenimiento y valor residual.
  • Verificar la salud de la batería en un usado eléctrico y la cobertura de la garantía.
  • Analizar la red de carga cotidiana y las necesidades reales de autonomía.
  • Considerar ciclos de leasing si se planea cambiar cada tres o cuatro años.
  • Seguir los incentivos disponibles y los plazos de entrega de nuevos modelos.
  • Evaluar actualizaciones de software y compatibilidad con futuros estándares.

Sostenibilidad y estrategia industrial

Una rotación más rápida puede sonar a paradoja ambiental, pero cada nueva generación eléctrica mejora la eficiencia y reduce emisiones en uso. La clave es optimizar el ciclo de vida con reciclaje de baterías y cadenas de suministro más limpias.

Para la industria, el peso del software y los servicios recurrentes abre nuevas fuentes de ingresos. Los fabricantes compiten por fidelizar a un cliente que valora la actualización continua y el ecosistema digital del vehículo.

Mirada final

La longevidad de los coches de gasolina refleja prudencia económica y hábitos consolidados, mientras la rotación eléctrica encarna el vértigo de la innovación. Son dos caras de una misma transición que aún busca su punto de equilibrio.

Cuando converjan costes, madure la infraestructura y se estabilice la cadena de suministro, el mercado encontrará un ritmo más homogéneo. Hasta entonces, convivirán la resistencia térmica y la actualización eléctrica.

Camila Torres

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Soy periodista y redactora en Diario22.ar, apasionada por las historias que conectan la actualidad con la gente. Me formé en comunicación social en Buenos Aires y desde entonces busco darle voz a lo cotidiano, con una mirada curiosa y humana. Creo que el periodismo no solo informa: también inspira y transforma.

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