
Action Figures — created in partnership with DraftKings — is a content series spotlighting the ones who believe in what’s next and make every move count. The athletes, creators, and innovators rewriting the playbook — all united by a shared mindset: belief in your moves, hustle in every play, and passion in your pursuit. For the first installment, Action Figures highlights Steven Barter, founder of Barriers Worldwide, whose brand transforms fashion into a platform for overlooked legacies.
Cuando Steven Barter se presenta, no lo enmarca como una misión en solitario. “Mi nombre es Steven Barter y soy el dueño de Barriers WorldWide. Soy el propietario de la marca y su creador, pero la gente no sabe que tengo un gran equipo que opera la marca conmigo,” explica. Como un base, dice, su papel es fijar la visión, pero las personas a su alrededor llevan la jugada adelante. Ese sentido de trabajo en equipo ha sido crucial mientras Barter ha convertido Barriers de una idea de base a una fuerza cultural. “El empeño es la batería de la marca.”
De camisetas vintage a vallas culturales
La chispa de Barter nació en Los Ángeles, donde las tiendas vintage se convirtieron en su aula. “Ahí empecé a interesarme más por las tiendas vintage y las tiendas de reventa. Y fue ahí cuando me enamoré de las camisetas vintage y las camisetas de rap. Pensé que podría hacerlo de una manera cool,” recuerda. Su revelación fue simple pero radical: los héroes de la historia negra merecían ser tratados con la misma reverencia que Tupac o Mike Tyson. “Los veo en los libros, pero nunca los vi en una camiseta,” dice. Ese giro convirtió a Barriers en lo que él llama “vallas ambulantes” para legados pasados por alto. Hoy, Barriers Worldwide se ha convertido en un referente cultural, visto en Michael B. Jordan, Cynthia Erivo, LeBron James, Kyrie Irving, Kevin Durant y James Harden.
Convicción en cada movimiento
El impulso ha sido el motor del ascenso de Barter, un rasgo que compara con iconos deportivos. “Es como si me moviera como Kobe, como si fuera mi mentalidad de Mamba o como Tom Brady,” añade Barter. Desde coches averiados en el camino a las imprentas hasta momentos en que nadie más creía en su visión, Barter siguió presionando. Ese afán implacable llevó a la marca a atravesar el escepticismo hasta volverse innegable, especialmente durante los cambios culturales tras Black Lives Matter cuando los consumidores comenzaron a buscar significado en lo que vestían.
Más allá de la marca
Pero las ambiciones de Barter van más allá de las estanterías de ropa, acercándose a comunidades. Su organización sin fines de lucro, Barriers History, se lanzó este año con jugadores de la NBA y educadores, llevando su relato directamente a la comunidad. Describe haber organizado un campus de baloncesto con John Wall como “realmente genial” y explica que el trabajo le da energía: “Obtengo mucha energía de la comunidad—personas apasionadas por la historia negra comparten ideas, generan conversaciones y ayudan a construir proyectos significativos juntos.”
Para él, la marca no es solo moda, sino un puente.
Las Figuras de Acción están evolucionando
Sus inspiraciones reflejan esa ética. Barter señala a Malcolm X como su figura de acción personal, admirando su evolución de una identidad a otra. “En este mundo, todos juzgamos mucho, pero siento que para Malcolm X, él fue a la cárcel, salió, encontró un conocimiento de la vida y se convirtió en la persona a la que toda la cultura miró,” afirma Barter.
Es la capacidad de evolucionar—a través de contratiempos y riesgos—lo que él ve como central para la mentalidad de las Figuras de Acción.
Para Barter, el acto de imprimir en una sudadera imágenes de Huey Newton o Rosa Parks no es solo diseño, es canonizar la cultura en la vestimenta diaria. Las Figuras de Acción son personas reales que reformaron el juego y, como Barter mismo, demuestran que el estilo y el deporte pueden ser vehículos de evolución, resiliencia y narración.




