Antes se usaban métodos más autoritarios en la crianza de los hijos, pero actualmente eso ha cambiado y se basa en una relación más cercana e informal, que implica el riesgo de ser demasiado permisivo; Por ello los padres no debieran ser “amigos de sus hijos”. A un niño le da seguridad saber que tiene un padre que dice 'no', o le dice 'vas por aquí'; Los niños son difíciles cuando no tienen reglas, entonces se desestructuran y hacen malcriadeces como diciendo “contrólame".
La crianza respetuosa, propone que tanto padres como educadores sean acompañantes conscientes en el proceso de reconocimiento de límites e incorporación de la disciplina. Ser un padre respetuoso significa tener una relación cercana, honesta y afectiva con sus hijos, donde se tienen en cuenta a sus hijos a la hora de decidir sobre su educación, haciéndolo con responsabilidad y dejando claros los límites y las normas.
Consejos y reflexiones a tener en cuenta:
- Preparar a un hijo para la vida no es satisfacer todas sus voluntades y caprichos. Enséñale a “renunciar” y a oír "no"; Si no aprende ahora a decir no a lo permitido, luego no sabrá decir no a lo prohibido; los hijos muy consentidos vivirán alterados e inseguros. “Los que reciben todo en la infancia no sabrán dar nada como adultos”.
- Muchos padres, llevados por la ira del momento, hieren el corazón de los hijos con palabras como: "no sirves para nada." "Maldita la hora en que te engendré." "eres la vergüenza de la familia”, etc. Después, cuando están en calma, reflexionan y se arrepienten. Piensa antes de hablar y reflexiona antes de actuar.
- La mejor escuela de la vida es el ejemplo; Los padres no pueden exigir virtudes y cualidades que ellos no tienen. Vigilando sus propias obras, los padres estarán construyendo la moral y responsabilidad de sus hijos.
- Escucha con paciencia y atención el desahogo de tu hijo y evitarás muchas discusiones; Deja que te diga todo lo que siente y sólo después analiza y dialoga con él. Cuando te precipitas en responder o en contradecir al hijo, puedes suscitar la rebeldía del hijo.
- Apreciar y valorizar lo bueno es mejor que señalar y condenar lo equivocado; A nadie le gusta ser refutado y censurado al instante. Muchos padres no defienden la verdad, sino sus propios puntos de vista. El hijo no es un adversario a combatir, sino un “amigo” a conquistar.
¡Los hijos necesitan padres que los amen con el cerebro y el corazón!
Fuente: Diario21.tv, Wikipedia, Webconsultas, Archivo personal
Consultor Medico: Dr. Rene A. Triviño G.- M.P. 5812 - Medicina Integrativa