Mauro Fernández, el buen samaritano contó que “yo al ver que tenía una postura extraña y por el lugar en que estaban me acerqué a la persona y al ver su rostro realmente me impresionó, porque estaba totalmente desmoralizado, no tenía ni color, estaba pálido se notaba que estaba mal”.
“Ante esto,-- continuó su relato -- pregunto que le pasaba y desde ese momento me contó que se había quedado sin trabajo y desde hace unos días que ni siquiera comía y no tenían como llevar sustento a su casa y que tenía un hijo de meses por lo que no le encontraba sentido a vivir así. La cuestión es que lo escuche hasta que accedió a retirarse de la zona de baranda y luego se marchó”.
Leandro Escobar, destacó finalmente que “la mayoría de las personas que están en crisis vienen a desahogarse en estos lugares… es lamentable pero esta no fue la primera vez que intervine en un caso como este”.
Leandro Escobar, un sencillo trabajador municipal que dando ejemplo de buena persona, salvó a otra de un lamentable peor final.