Según señalaron los habitantes de la barriada, desde el municipio no dieron lugar al diálogo y los comerciantes se organizan para hacer frente si se presentan las maquinas topadoras.
Los vecinos consultados por este medio estimaron que son unos 400 locales comerciales afectados por el desalojo.
‘‘Estamos viviendo en un clima de miedo e incertidumbre, puede pasar cualquier cosa si aparecen las máquinas para cumplir con la intimación que nos enviaron el jueves pasado; no hay diálogo y los comerciantes no van a dejar que les saquen su única fuente de trabajo’’ afirmó Teresa, propietaria de un negocio.
Las protestas se extendieron hasta el dia de hoy, donde cortaron el transito, con quema de cubiertas, en las calles Rafeela y El Maestro.
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