Motivos de maullidos:
Te quiere saludar
Cuando comienza el día o llegas a casa, si tu gato maúlla de un modo suave, como haciéndose notar, es porque te está diciendo «hola».
Tiene hambre
Es sin duda, el tipo de maullido más recurrente en tu gato. Si maúlla porque tiene hambre, no te costará interpretarlo, pues suele acompañar las vocalizaciones con paseos constantes hacia su comedero. Ahora bien, tu gato también podría hacerlo por gula.
Quiere mimos
Es una de las razones más importantes. Aunque tengan fama de independientes y ariscos, los gatos necesitan amor y cariño y no dudan en solicitarlo a través de los maullidos.
Un nuevo miembro en la familia
O, en general, cualquier novedad. Es normal que los gatos expresen su disconformidad con los cambios emitiendo sonidos; No te preocupes, con paciencia y mucho cariño logrará acostumbrarse.
Te está regañando
Sí, como lo lees. Cuando estás fuera todo el día, tu gato extraña tu compañía. Cuando llegas a casa, esos maullidos constantes no son más que reclamos y quejas por haberlo dejado solo.
El arenero está demasiado sucio
El gato es un animal sumamente pulcro. Maullidos intensos y largos indican una necesidad de tu gato; Si están acompañados de viajes hacia el arenero, entonces está claro: es hora de limpiarlo.
Está en celo
Los maullidos propios de la época de celo son especialmente intensos, constantes y entrecortados. Son básicamente llamadas a otros miembros de su misma especie para indicar que están listos para el apareamiento.
Está estresado
Un maullido constante significa estrés. Los gatos se estresan con facilidad, pues no llevan muy bien los cambios. Si hay una situación nueva en casa (la llegada de otro animal, una mudanza, obras…) es normal que el gato se queje con sus maullidos. Una vez que ha aceptado la nueva situación, dejará de maullar.