Este regreso no fue casualidad. Fue el resultado de más de una década de trabajo incansable por parte de Tompkins Conservation y la Fundación Rewilding Argentina, en colaboración con el gobierno de Corrientes, la Administración de Parques Nacionales y diversas organizaciones locales, nacionales e internacionales. Pero el verdadero logro fue posible gracias al apoyo y compromiso de los correntinos, quienes abrazaron la causa y se convirtieron en los guardianes de este majestuoso felino.
Hoy, Corrientes celebra no solo el regreso de su depredador tope, sino también el impacto positivo de esta reintroducción en el ecosistema del Gran Iberá. Actualmente, más de 35 yaguaretés han sido registrados en este vasto humedal, y algunos ejemplares han comenzado a explorar territorios fuera del Parque Iberá. Este avance reafirma la importancia de la convivencia entre los humanos y el gran felino.
La experiencia de reintroducción del yaguareté en Corrientes es única en el mundo y está siendo observada como un modelo para proyectos similares en otras regiones. Este éxito demuestra que es posible revertir el daño ambiental cuando hay un compromiso colectivo.
Mientras celebramos estos cuatro años históricos, se sigue trabajando para fortalecer la población de yaguaretés, conectar sus territorios y garantizar su preservación. El rugido del gran felino vuelve a escucharse en el Iberá, recordándonos que la naturaleza, cuando se la respeta y cuida, siempre tiene la capacidad de renacer.
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