"Dormimos afuera con un mosquitero, pero el calor y los bichitos son insoportables", expresó Robledo al describir como las familias sobrellevan las noches sin electricidad.
Tartagal y otras localidades vecinas, como Tres Pozos y Fortín Belgrano, dependen completamente de los generadores ubicados en Misión Nueva Pompeya para su suministro eléctrico. "El día que nos conectaron la luz las 24 horas, retiraron los motores. Desde entonces quedamos dependiendo totalmente de Pompeya", señaló Robledo.
La precariedad de la infraestructura también afecta otros servicios básicos.
"Hoy recién salió un poco de agua en mi casa, pero las escuelas estuvieron días sin agua. Los chicos no podían ni cargar las piletas para abastecer al pueblo", relató.
El problema se agrava en épocas de altas temperaturas, ya que los generadores se recalientan y los cortes se vuelven inevitables. "Creo que bajan las llaves térmicas para evitar que se quemen los motores, pero esa no es la solución para nadie", criticó Robledo.
Robledo insistió en la necesidad de que las autoridades tomen medidas inmediatas. "Esto no es vida. Somos muchas familias las que estamos sufriendo. Necesitamos que nos escuchen y que hagan algo, porque así no se puede seguir", concluyó.