"Hoy día pensaba que iba a ser todo y tenemos que volver de vuelta el 11 de noviembre", expresó Mónica, visiblemente afectada. Acompañada por su esposo, su hija y los abogados, manifestó que para ellos "todos son culpables" y que el proceso ha sido una tortura emocional: "Estamos muertos en vida. Estamos todos con psiquiatras, lamentablemente estamos muy mal con mi hija".
Matías Chirino, quien a sus 22 años buscaba un futuro en el ámbito militar, murió en Paso de los Libres, Corrientes, en circunstancias que su madre jamás olvidará ni perdonará. "Él se fue a los 17 años y se recibió a los 21, ya los 22, bueno, lo mandaron para acá para Paso de los Libres y pasó lo que tuvo que pasar", explicó Mónica.
Sobre su postura hacia los acusados, Mónica fue contundente: "Yo no los perdono nunca, lo que le hicieron a mi hijo no lo perdono ni olvido". Además, dejó claro su mensaje para los acusados: "Que no los perdonaría, no los perdonó nunca, y que ahora después de dos años vienen a hacerse pedir, no disculpas, sino darles el pésame".
Con la mirada fija en la justicia, Mónica concluyó: "Que se haga justicia y que este caso sirva para que no se repita más". Su testimonio es un poderoso recordatorio del dolor que enfrentan las familias en busca de verdad y justicia.
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