Las temperaturas extremas que superan los 40 grados aumentan la demanda energética en la provincia, lo que pone aún más presión sobre el sistema eléctrico. Los cortes y las bajas de tensión, que se producen con frecuencia durante los días más calurosos, son particularmente peligrosos porque afectan los motores de los electrodomésticos. Estos aparatos, al notar la baja de energía, intentan compensar el consumo, lo que aumenta la corriente y, en muchos casos, termina por quemar los equipos.
En particular, los aires acondicionados, que se utilizan de manera intensiva debido a las altas temperaturas, son los más susceptibles de quemarse. Las heladeras, que deben mantener los alimentos refrigerados en medio del calor extremo, también enfrentan un alto riesgo, junto con los microondas y lavarropas.
Frente a este escenario, los especialistas recomiendan tomar precauciones. Desconectar los equipos apenas ocurra un corte de luz y esperar unos minutos para verificar que el servicio eléctrico haya vuelto de manera estable antes de volver a conectarlos es la primera medida de protección.
Además, es recomendable contar con estabilizadores de voltaje o UPS (Uninterrupted Power Supply).
Mientras los hogares chaqueños sufren las consecuencias de esta crisis energética, en la Legislatura provincial se discute el camino a seguir. En una sesión marcada por el debate, el bloque del Partido Justicialista rechazó un crédito de 150 millones de dólares propuesto por el gobernador Leandro Zdero, destinado a la compra de recursos para mejorar la infraestructura energética e hídrica de la provincia.
Los legisladores del PJ argumentaron que el endeudamiento propuesto no garantizaba soluciones a largo plazo, mientras que otros sectores defendieron la necesidad urgente de tomar medidas ante la emergencia.
La empresa AGGREKO, junto con otras generadoras, formaba parte de un conjunto de generación local de energía en la región central del Chaco. Estas empresas fueron contratadas por la nación a través de la Secretaría de Energía y con la administración de CAMMESA, que suplían las falta de infraestructura realizada en la provincia por gestiones anteriores. Sin embargo, desde hace un tiempo, CAMMESA no ha actualizado los contratos de estas generadoras, y actualmente todos están vencidos.
En este contexto, AGGREKO ha decidido retirar sus grupos electrógenos. Según la normativa vigente, nadie puede impedir esta acción. Incluso si se intentara impedirlo, los grupos podrían ser declarados como indisponibles y no generarían energía. En tal situación, los grupos estarían presentes en el lugar, pero no aportarían energía.
Con la salida de AGREKO, las instalaciones en las tres localidades (Castelli, Villa Ángela y Sáenz Peña) quedan liberadas. Esto significa que la nación podría contratar o recomponer la oferta de generación distribuida con otras empresas, ya que se cuenta con la infraestructura necesaria para su funcionamiento.
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