Este miércoles se dio a conocer el esperado veredicto en el juicio por corrupción que involucraba a Lázaro Báez, empresario kirchnerista, y a Fabio Biancalani, exsenador chaqueño fallecido recientemente. El caso captó la atención pública durante los últimos seis años, giraba en torno a acusaciones de evasión fiscal millonaria mediante la emisión de facturas falsas. A pesar de las serias imputaciones, el Tribunal Oral Federal ha decidido absolver a todos los acusados, marcando un desenlace sorprendente para el complejo proceso judicial.
El fiscal de Resistencia, Federico Carniel, había solicitado penas de 9 años de prisión para Báez y 5 años para Biancalani, alegando que ambos lideraron un esquema de evasión fiscal. Las acusaciones incluían el uso de facturas apócrifas para evadir impuestos sobre el Valor Agregado (IVA) y Ganancias durante los años 2013, 2014 y 2015. Sin embargo, a pesar de estas graves acusaciones, el tribunal compuesto por Noemí Marta Berros, Lilian Graciela Carnero, María Emilce Rojas y Manuel de Jesús Moreira, determinó que no había suficiente evidencia para sostener las imputaciones.
El caso también implicaba a Julio Mendoza, Claudio Bustos y Jorge Chueco, quienes fueron acusados de coautoría en la evasión agravada del IVA. Mendoza y Bustos también fueron absueltos, mientras que Chueco, a pesar de las acusaciones similares, recibió la misma decisión favorable. El veredicto se conoce menos de una semana después del fallecimiento de Fabio Biancalani, lo que añade un matiz significativo al desenlace del caso.
La absolución de los acusados ha generado una serie de reacciones tanto en el ámbito judicial como en la opinión pública. Para algunos, el fallo representa una victoria para los implicados, mientras que para otros, refleja una deficiencia en el sistema judicial en la lucha contra la corrupción y la evasión fiscal. El caso ha puesto de relieve la necesidad de una revisión continua en la aplicación de las leyes fiscales y la administración de justicia.
Con la conclusión de este juicio, se cierra un capítulo importante en la investigación de corrupción que ha mantenido en vilo a la sociedad durante años. El impacto de este fallo probablemente seguirá siendo objeto de debate y análisis, dado el perfil de los involucrados y la magnitud de las acusaciones. Mientras tanto, el tribunal ha concluido que no se encontraron pruebas suficientes para condenar a los acusados, y el caso se cierra con una resolución inesperada para muchos.
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