La angustiante desaparición de Juan Omar Lazarte, un remisero de 58 años residente de Villa Elisa en Resistencia, ha sumido a su familia y a la comunidad en un mar de incertidumbre. Desde el pasado jueves 6 de junio, cuando fue visto por última vez alrededor de las 7:30 de la mañana, su paradero es un enigma. En medio de la búsqueda desesperada liderada por la Policía del Chaco, un descubrimiento inesperado durante los rastrillajes ha agregado una nueva capa de misterio al caso.
El hallazgo de una llave de encendido perteneciente al vehículo de Lazarte, un Chevrolet Onix Blanco, encontrado abandonado en una calle de Resistencia, plantea más preguntas que respuestas. NG Federal tuvo la oportunidad de entrevistar a la esposa de Lazarte, Nilda, quien compartió detalles reveladores sobre los días previos a su desaparición y los esfuerzos desesperados por encontrarlo.
"El día de ayer alguien recibe la llamada, pero nadie te habla desde el otro lado, nadie habla", compartió la esposa de Lazarte sobre la última comunicación hacia el celular del hombre.
La manipulación del teléfono celular sin respuesta alguna ha aumentado la preocupación de la familia, especialmente dada la condición médica de Lazarte, quien sufre de diabetes y presión arterial alta.
En cuanto a los momentos previos a su desaparición, la esposa describió a Lazarte como alguien que llevaba una rutina normal y no mostraba signos de angustia. Sin embargo, el hallazgo del vehículo abandonado y la ausencia de Lazarte siguen siendo un misterio. Además, reveló detalles sobre el estado del vehículo y los objetos personales de Lazarte que faltaban en el lugar.
"Él ama su auto", dijo ella, describiendo la importancia del vehículo para su esposo. "No se va a ir sin su vehículo".
En medio de la incertidumbre, la pregunta sobre posibles motivos para la desaparición surge inevitablemente. Sobre deudas que podrían haber influido en su decisión de partir. Nilda responde: "No, ninguna deuda. Más allá de los pagos normales de las cosas de la casa, no tengo conocimiento de ninguna deuda que haya contraído".
En cuanto a la relación de Lazarte con su familia, Nilda describe una dinámica normal y sin conflictos: "No hubo para nada, más allá de pedirle en algún momento que baje el volumen del televisor, nada de eso, no". Lazarte, un remisero experimentado con 28 años de experiencia, tenía una rutina establecida y nunca había dejado de comunicarse sobre su ubicación o planes.