Es una filosofía de vida. Claro que la sexualidad es una parte de la vida y, por lo tanto, del tantrismo. Pero éste va mucho más allá. Se trata más bien de una herramienta de autoconocimiento. Todo parte del control de los sentidos y sensaciones.
Es un despertar que acompaña al tántrika (persona que ejerce esta filosofía) a lo largo de su vida. La conciencia puesta en cada sensación lleva a un autoconocimiento superior. Pone en equilibrio lo espiritual, lo físico y lo mental.
Origen:
El tantra se destaca hoy como una de las principales escuelas del hinduismo, junto con el vaishnavismo y el shivaismo. Es, además, la principal del Budismo Tibetano. Es difícil dar con su origen, ya que es antiquísimo. El término viene del sánscrito que significa “telar, doctrina, regla”; Aunque también significa escritura, expandir y liberar. Saber esto ayuda a comprender mejor su filosofía.
Los tantras, que son las enseñanzas de esta práctica, se encuentran en unos textos en sánscrito para nada literales. El libro llamado Vighyan Bhairav Tantra es, en realidad, un capítulo del Rudraya-mala-tantra. Las técnicas que describe se remontan a cinco milenios atrás.
El Vighyan Bjairav Tantra contiene un conjunto de poemas que representan diálogos entre el Dios Shivá y su esposa DevÄ«. Ella quiere conocer el camino a la realización de realidad más elevada, y le pide a él que se lo revele. Shivá le comparte, en respuesta, 112 enseñanzas. Solo 6 de ellas hablan específicamente del encuentro sexual.
Según la tradición, Buda le enseñó al rey Indrabuthi aquellos principios del tantra. A partir de entonces se fue tendiendo una red secreta, a través de la cual esta filosofía fue pasando de boca en boca, de maestros a discípulos.
Alrededor del año 500 d.C., en la llamada “Era de los 84 Mahasiddhas”, las técnicas tántricas salieron a la luz. Distintas escuelas fueron tomando forma en los Himalayas, China, el Tibet y otros rincones de Oriente.
Estos saberes desembarcaron en Occidente de la mano de Swami Lakshman Joo. Entre sus colaboradores se encontraba el escritor Paul Reps, autor de Zen flesh, zen bones (Carne zen, huesos zen). Este libro, publicado en 1957, recopila enseñanzas chinas, japonesas e indias. Causó una inmediata sensación entre lectores angloparlantes y sigue siendo hoy la puerta de entrada de muchas personas a la experiencia tántrica.
¿Para qué sirve el tantra?
Contrario a otras creencias o religiones, los tantras proponen una importante aceptación y búsqueda de las experiencias gozosas en lo ordinario. Frente a la dicotomía entre “sagrado” y “profano” a la cual estamos acostumbrados, esta perspectiva resulta liberadora.
El amor, la comida, la naturaleza, el arte de todo tipo y la adoración a una deidad. Todo ello forma parte del camino hacia una vida elevada. Para decirlo en términos simples, los tantras proponen cultivar aquellos aspectos de la vida que nos llenan de energía. En un mundo fragmentado y dominado por la productividad, todo esto suena refrescante. Se trata de encontrar la manera de basar nuestro bienestar en el contacto consciente con lo ordinario.
Tipos de tantra:
Podemos diferenciar entre cuatro tipos de tantra. Cada uno de ellos propone una manera diferente de conectar con la energía sexual que habita en nosotros. Es a través de esta conexión que podemos acceder a diferentes estados de consciencia, en búsqueda del bienestar.
Los primeros dos tipos (de acción y de ejecución) están más ligados al cuerpo. En cambio, los dos segundos (del yoga y del yoga supremo) se entienden como más elevados. El último de ellos propone una suerte de interacción con lo divino.
Son diferentes aproximaciones a placeres sensuales como camino a la espiritualidad. Recordemos que el placer es, según esta filosofía, parte esencial de una vida de liberación.
Beneficios del tantra:
-Aumento de los niveles de atención.
-Autoconocimiento.
-Conexión con el propio cuerpo.
-Mejora de la gestión emocional.
-Relaciones interpersonales más sanas.
-Aumento de la percepción sensitiva.
-Conexión con el presente.
-Calma mental y disminución de los niveles de estrés.
-Mayor capacidad de aprendizaje.
-Mejor rendimiento de las capacidades generales.
En el plano de lo sexual, ser una persona tántrica ayuda en varios aspectos:
-Mayor control de cada uno de los sentidos: vista, olfato, gusto, oído y, por supuesto, tacto.
-Disfrutar plenamente del presente: ¿Qué está pasando aquí y ahora y qué estoy sintiendo en relación con eso?
-Liberación de miedos y tabúes.
-Mayor facilidad para expresar sentimientos y pensamientos.
-Mejor conexión con la pareja sexual.
-Mayor confianza en uno mismo y en la otra persona.
¿Por dónde se empieza?
El primer paso para adentrarse hacia una vida tántrica es entender que se trata precisamente de una manera de encararla. Ahora bien, todo esto suena atractivo e interesante, pero, ¿por dónde se empieza?
Hay quienes toman estos cursos en pareja, como una búsqueda de fortalecer el vínculo emocional y sexual. También hay clases de yoga tántrico, por si quieres explorar este universo desde el movimiento del cuerpo.
Si te atrae más lo intelectual o no tienes ganas de exponerte a un curso con otras personas, leer bibliografía siempre es una buena idea. Puedes ir directo a la fuente y consultar el Vijñana Bhairava. En el 2017 fue publicada una versión traducida al español, traducida y comentada por Óscar Figueroa.
Conclusión:
El tantra es una manera de vivir la vida, basada en un conjunto de saberes milenarios. Contrario a la creencia popular, no se trata de tener sexo de determinada manera. Plantea, en cambio, una forma de acercarnos a un horizonte deseado: el de la vida libre y plena. El placer y el cuidado de nuestro entorno forma parte de dicho camino y constituye un aspecto fundamental del mismo. En ese sentido, propone algo diferente a otras búsquedas espirituales que están centradas en la idea de renuncia y castigo.
Vivir el presente de manera consciente es, según esta perspectiva, el camino hacia la felicidad.