Por Guido Esteban Polisena 

Suena ilógico relacionar a  los galácticos,los Xeneizes y los albinegros en una misma nota. Quizás hasta inverosímil. Pero es necesario para marcar las diferencias notorias en la tecnología, transmisión y arbitrajes para demostrar que el único equipo perjudicado en una jugada igual, desarrollada en tres partidos diferentes, fue el de menor categoría y recursos. 

Se trata de una jugada factual. Donde se debe establecer si el balón cruzó en su totalidad o no la linea de gol. No se necesita de ninguna interpretación humana o subjetiva. Es si o no. Nada más. Pese a esto, lo que une a las tres jugadas protagonistas de esta nota es que, en las tres, estuvo presente 100% la subjetivididad y la interpretación humana. Con o sin tecnología. 

En relación a las jugadas ocurridas en los clásicos de Real Madrid- Barcelona y River- Boca, fue el VAR quien decidió que la pelota no había ingresado al arco. En ninguno de los dos casos estuvo presente el chip en el balón y la vibración en el reloj del árbitro. Algo que tanto en España como en Córdoba se hizo mención. Asi las cosas, ambas jugadas fueron super finas, y no quedó totalmente claro que las pelotas cruzaran en su totalidad la linea de meta. 

En cambio, en el encuentro entre Deportivo Madryn y Chaco For Ever, aun con pocas cámaras y sin presencia de tecnología alguna, a simple ojo se puede notar que el defensor David Valdez despejó el balón antes que este ingresara al arco. Su rechazo se ve en la linea, con la única cámara disponible en una trasmisión muy por debajo de lo que la segunda categoría del fútbol argentino merece. 

En cuanto al accionar de los árbitros. En España el colegiado en ningún momento concedió el gol. En Argentina, tanto en Córdoba como en Madryn, los árbitros de campo si lo hicieron. Pese a la ayuda del VAR, Yael Falcón Pérez debió retroceder en su decisión mientras que Adrián Franklin tuvo total impunidad para no hacer caso a la decisión de su juez de línea, que desde el principio nunca marcó el gol pero luego, al ver a su compañero, salió disparado hacia la mitad de cancha para no quedar expuesto. Fue el propio árbitro quien decidió concederle la victoria a los sureños. 

Si. Puede sonar rebuscado y muchos dirán que es imposible salvar las distancias entre los superclásicos de España y Argentina con un partido de la segunda división entre dos equipos del interior del país. Sin embargo, es menester hacer este juego para, una vez más, dejar expuesta la absoluta impunidad con la que se mueven ciertos árbitros en el fútbol argentino. Siendo Adrián Franklin, un juez con un enorme prontuario en su contra, un hombre que permantemente queda pegado a la polémica en cualquiera de los partidos que dirija, ya sea Primera Nacional como Federal A.

Asi las cosas, esto es fútbol. Sea en Puerto Madryn, en Córdoba, en España o en Júpiter. Lo que cambia son los recursos tecnológicos, económicos y, por supuesto, los intereses dirigenciales. Por eso, en tres jugadas iguales en tres partidos diferentes, el único gol validado fue el que más lejos estuvo la pelota de ingresar completamente en el arco. No es casualidad ni pura coincidencia, todo tiene un por qué y en el ascenso argentino, como supo decir el fallecido Julio Grondona, "Todo Pasa". 

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