El peronismo chaqueño esperaba con ansias esta semana la nueva visita a la provincia del ex gobernador Jorge Capitanich en San Martín, donde el círculo chico de dirigentes se reuniría para analizar la coyuntura local y nacional, aunque también con la expectativa de obtener definiciones a largo plazo. Pero un cambio de planes, y quizás la anticipación masiva sobre los planes del dirigente, causaron la frustración de la agenda.
Los afiliados al PJ habían sido notificados sobre la visita de Capitanich durante la semana anterior. Aunque restaba definir la fecha y hora exacta, el lugar sí había sido confirmado: era en San Martín, terreno del diputado nacional Aldo Leiva y su hijo, el intendente de la localidad.
Aunque algunas versiones dieron como confirmada la versión respecto a que la reunión de dirigentes se iba a concretar este viernes 19, a las 17:30, fuentes cercanas al ex gobernador afirmaron que el encuentro finalmente había sido convocado para este jueves.
Sin embargo, casi a última hora, Capitanich dio marcha atrás y le notificó al principal promotor de la junta, Aldo Leiva, que el encuentro no se concretaría y que se llevaría a cabo más adelante.
El líder peronista no habría dado los motivos concretos sobre el por qué de la suspensión, pero sí es lógico destacar que la imposibilidad de asistir que tenían varios dirigentes de peso, podría haber significado un factor crucial para alterar la agenda. Cabe resaltar, en este sentido, que el presidente del interbloque legislativo del Frente Chaqueño, Atlanto Honcheruk, el presidente del Bloque Justicialista, Nicolás Slimel, y el diputado Juan Carlos Ayala, participan en La Rioja de la 50° Sesión Plenaria del Parlamento del Norte Grande.
El ex gobernador no se mantiene ajeno a la situación que atraviesa la provincia. En sus conversaciones cotidianas discute constantemente sobre economía y analiza cómo la provincia podría, en su visión, ser mejor gestionada. "Nos estamos yendo al tacho", es una de las frases que iría en línea con su pensamiento.
En el entorno de Capitanich sostienen que el actual Gobierno no es distinto a las ideologías de Milei, ni es ajeno a los mismos movimientos administrativos. "Zdero no es un Ignacio Torres –gobernador de Chubut-, que se trató de diferenciar", manifiestan.
Aun así, desde la dirigencia entienden que los tiempos cambiaron y que la sociedad tiene una reflexión atípica: "La gente no sale a reclamar por una cuestión que no ha pasado en otros momentos: hay más personas que quieren que a Milei le vaya bien, que la que se preocupa por lo que Milei hace bien. Hoy la sociedad se da un poco más de tiempo, pero la situación empeora todos los días".
A pesar de que en el peronismo no concuerdan con las políticas zderistas, sí reconocen que el efecto del outsider liberal en la economía argentina y chaqueña es innegable. "El peor enemigo de Zdero es Milei, porque lo que le afecta es la crisis que produce Milei en la economía. La propia crisis va a hacer que Leandro tenga problemas en la recaudación".
El encuentro de Capitanich con la militancia es una de las exigencias con las que el PJ más insiste. Necesitan tenerlo en las calles de la provincia, buscan nuevas expectativas, que el votante duro vuelva a tener fe de que estos cuatro años de gobierno radical sólo son un descanso.
Mientras tanto, los dirigentes continúan dirimiendo internas silenciosas en busca de objetivos ocultos de representación política. En las últimas semanas hubo reuniones con figuras de peso a nivel nacional y local bajo el argumento de "análisis coyuntural", pero nadie niega que la discusión principal sea un rearmado opositor que no se permita pasar desapercibido.
Con información de DiarioChaco