El aceto o vinagre balsámico es un tipo de vinagre de origen italiano, de la región de Emilia-Romaña, sobre todo de la ciudad de Módena. Se trata de un vinagre obtenido a partir de una mezcla de vinos, en la que intervienen tintos y blancos, los cuales han sido producidos a partir de uvas: trebbiano, uniblanc, malbec o barbera. Dentro de sus características se destaca un sabor fuerte y ligeramente dulce, y su color oscuro. Mientras que las versiones industriales se obtienen mediante maduración por períodos de 4 a 5 años, las versiones más limitadas de este vinagre mencionan al menos doce años de maduración, en toneles de madera.
Historia:
El origen se remontaría a la época medieval, aunque los primeros testimonios escritos datan de 1046. Este tipo de vinagre no se popularizó fuera de Italia hasta la década de 1980, hoy en día puede comprarse en casi cualquier supermercado europeo y americano. A fines del siglo XIX, Argentina recibió una gran cantidad de inmigrantes italianos. Con sus hábitos e historias, algunos de ellos buscaron tierras propicias para desarrollar esa producción, reconociendo en la zona de Cuyo un clima continental ideal para el cultivo de la vid, con días de sol intenso y noches de bajas temperaturas.
Propiedades nutricionales:
Como es un vinagre que se obtiene del mosto de las uvas, el aceto balsámico cuenta con una gran cantidad de antioxidantes encargados de combatir el deterioro celular y el envejecimiento.
Porque el mosto de las uvas tiene azúcar, el vinagre balsámico aporta entre 26-44 hidratos de carbono según marcas y 26-38 g de azúcares según marcas. Añadir varias cucharadas de vinagre añades 15 calorías en cada una de ellas, no es mucho, pero si sumas el aceite y otros ingredientes el conteo calórico de la ensalada aumenta.
El vinagre balsámico aporta 0% gramos de grasa, 0,7 g de proteínas y 0,08% g de sal. Aporta 268 mg de potasio, 68 mg de calcio y también tiene magnesio y fósforo.
Beneficios del vinagre balsámico para la salud
Ayuda a disminuir el dolor. En realidad, cuando una zona duele y se masajea, esta acción contribuye al alivio. En la Edad Media se usaba este vinagre en torceduras y problemas reumáticos.
Aporta antioxidantes. Es rico en polifenoles derivados de las uvas. Los polifenoles aportan beneficios al sistema cardiovascular, ayudan a controlar el peso, también tienen efectos benéficos sobre los trastornos degenerativos.
Reduce el endurecimiento de las arterias(aterosclerosis). Debido a esto también estabiliza los niveles de presión arterial. Según un estudio publicado en “Medscape General Medicine” en 2006.
Estabiliza los niveles de colesterol. En un estudio de 2010 publicado en el «Journal of Nutritional Science and Vitaminology», los investigadores encontraron que los polifenoles del vinagre balsámico limitan la capacidad del colesterol LDL a oxidarse; Esto reduce el daño causado por el colesterol LDL en las células del cuerpo.
Contiene un alto porcentaje de resveratrol, una sustancia cada vez más valorada dentro de los elementos que combaten la acción de los radicales libres.
Acción desinfectante. Contiene ácido acético y este compuesto es bactericida, pudiéndose usar para limpiar y desinfectar superficies. El vinagre balsámico en pasado se usaba para limpiar y desinfectar heridas; Su textura densa lo hacía ideal como ungüento.
Aumenta la absorción de minerales. La pepsina y el ácido acético ayudan a mejorar la absorción de minerales esenciales, tales como el calcio y el magnesio. Ambos minerales son abundantes en este vinagre y son vitales para mantener los huesos sanos y fuertes.
Acción diurética. Es rico en potasio. Debido a esta característica nutricional tiene una buena acción diurética en el organismo; Por este motivo ayuda a eliminar la retención de líquidos.
Al tener propiedades diuréticas, digestivas y también antioxidantes, se cree que el vinagre balsámico podría llegar a tener una buena acción para ayudar al organismo a quemar grasas.
Fuente: Diario22.ar, Medline Plus y Archivo personal
Consultor Medico: Dr. Rene A. Triviño G. - M.P. 5812 - Medicina Integrativa