El mundo del deporte se encuentra en estado de conmoción por la brutal estampida que tuvo lugar en una cancha de fútbol de El Salvador que dejó un saldo de al menos 12 muertos y más de 100 heridos.

El trágico episodio se registró este sábado por la noche en el estadio Cuscatlán, ubicado en San Salvador y con capacidad para más de 44.000. Un grupo de aficionados intentó acceder a una zona popular para presenciar el partido Alianza y el Futbolistas Asociados Santanecos (FAS) y todo terminó en tragedia.

“Preliminarmente tenemos un resultado negativo de doce víctimas, nueve que están aquí en el estadio y tres más que se nos ha informado están en diferentes centros hospitalarios”, informó a los medios de comunicación el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Arriaza.

“Fue una avalancha de los aficionados que tiraron el portón, algunos quedaron bajos los hierros en el túnel, otros lograron llegar hasta el graderío y después a la cancha y estaban asfixiándose”, señaló uno de los testigos que participó en la asistencia de los heridos.

El mensaje del presidente de El Salvador ante la tragedia

El presidente de El Salvador Nayib Bukele recurrió a su cuenta personal de Twitter para anticipar que se efectuará una“investigación exhaustiva de los hechos ocurridos en el Estadio Cuscatlán”.

“Todos serán investigados: equipos, directivos, estadio, boletería, liga, federación, etc. Sean quiénes sean los culpables, no quedarán en la impunidad”, aseveró el jefe de Estado del país centroamericano.

En la misma línea se pronunció la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut), que lamentó los fallecimientos y adelantó que “solicitará de inmediato un informe de lo sucedido y comunicará lo pertinente en el más breve plazo”.

A la vez, la Fesfut confirmó la suspensión de dos encuentros que se iban a disputar este domingo 21 por los cuartos de final de la Liga Mayor de fútbol.