En plena audiencia General papal que se lleva a cabo cada miércoles en la Plaza San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco tuvo una llamada telefónica y no dudó en atender. El Vaticano aún no dio información sobre el contenido de la llamada.
A menudo permite pacientemente que la gente se haga selfies con él, pero también ha advertido regularmente a la gente de que no se convierta en esclava de los teléfonos móviles y otras formas de tecnología.
“Deben liberarse de la adicción a los teléfonos móviles”, dijo a los jóvenes en 2019. “Cuando te conviertes en un esclavo de tu teléfono móvil, pierdes tu libertad”.
En otras ocasiones, ha dicho que es triste que la gente use su teléfono móvil en la mesa o mientras asiste a misa.
Miembros de Mosaiko, un grupo LGBTQ+, dijeron que vinieron para entregarle al pontífice un mensaje de inclusión y unidad en el día internacional contra la homofobia, la bifobia y la transfobia.
También en la plaza estaban 15 sobrevivientes de abusos sexuales por parte del clero y sus acompañantes, que partieron de Múnich el 6 de mayo en un peregrinaje en bicicleta hacia Roma. Buscaban atraer atención a la manera en que la Iglesia católica lidia con curas que violan y abusan sexualmente de niños y adultos vulnerables, y a la manera en que trata a las víctimas.
El grupo envió una carta a Francisco exhortándolo a “hacer todo a su alcance para garantizar que en todos los sectores de la Iglesia Universal el tema del abuso sexual y espiritual sea visto, enfrentado y prevenido mediante medidas preventivas apropiadas”.
La carta reconoce que se han tomado algunos pasos iniciales, pero enfatiza que se necesita hacer más y que se debe enviar “una clara señal a los perpetradores y obispos que no cumplieron con sus responsabilidades y quienes, hasta cierto punto, todavía hoy no lo han hecho”.
La lección semanal de catequismo de Francisco se enfocó en la vida y vocación de San Francisco Javier, y concluyó con otro llamado por la paz en Ucrania.
Diario22.ar con información de Infobae