De acuerdo al departamento de Agricultura de EE.UU., solo en ese país el consumo de leche vacuna se ha reducido en un 40% desde 1970. Y aunque muchos señalan que eso se debe a que existen cada vez más alternativas, como la leche de soya o la de almendras, también es cierto que ha crecido el reparo a ingerir leche de vaca por motivos de salud y hasta ecológicos. Además, casi el 65% de la población mundial tiene una capacidad limitada para digerir la lactosa (un tipo de azúcar presente en la leche), lo que también ha afectado seriamente a su consumo.
Primero, ¿qué tan saludable es?
De acuerdo al Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), la leche de vaca y sus derivados como el queso, el yogur y la mantequilla proporcionan, dentro de una dieta balanceada, una gran cantidad de nutrientes, calcio y proteínas. Además, proporciona una gran cantidad de vitaminas, entre las que destacan la A y la D.
"Hay que dejar algo claro: la leche de vaca es nutritiva y beneficiosa para la salud, pero tal vez no es tan necesaria como se ha dicho a lo largo de estos años".
De acuerdo a la Fundación Británica de Nutrición, los adultos y los jóvenes no llegan a cubrir con sus alimentos las dosis de hierro, calcio, vitaminas, zinc y yodo que necesitan. Y todo eso lo contiene la leche. La leche vacuna incluso puede ser beneficiosa para personas que hacen ejercicio. También es una buena fuente de calcio para los niños y para las mujeres embarazadas, ya que ayuda a la formación y desarrollo de los huesos del feto.
Un vaso de 300 ml de leche entera provee unos 350 mg de calcio, que es la mitad de la cantidad diaria recomendada para un niño de entre 1 y 3 años. No se recomienda no darle leche de vaca a niños menores de 1 año, pues con la leche materna basta y sobra.
El exceso de grasa, un problema
La leche de vaca tiene alto contenido graso, por lo que adolescentes y personas adultas deberían ingerir leches descremadas y con contenido graso reducido.
Pero además de las consecuencias de la grasa en la leche existe otro tema: la intolerancia a la lactosa, con alto índice mundial.
¿Es natural que tomemos leche de otra especie?
Uno de los problemas con la leche de vaca es que puede provocar una reacción alérgica. La Organización Mundial de Alergias (WAO, en inglés), una organización internacional de sociedades de alergia e inmunología de todo el mundo, califica esta alergia como "un oneroso problema de salud pública mundial"; Afecta, de acuerdo a los países, a entre el 0,25% y el 4,9% de la población y las estadísticas muestran que su prevalencia está en crecimiento.
Por otro lado, ninguna otra especie animal bebe leche en su etapa adulta, y es que digerir la lactosa requiere la enzima intestinal de la lactasa de la que solo disponen las crías para procesar la leche materna. Eso también era cierto en los humanos hasta que unas mutaciones genéticas hicieron que los adultos siguieran segregando esa enzima y así pudieran digerir la leche.
Aunque lo cierto es que gran parte de la población mundial tiene deficiencias de lactasa, especialmente en Asia, y la leche le provoca mala digestión y otros problemas de salud asociados.
Es por eso, y a pesar de los beneficios que muchos nutricionistas apuntan, se ha pasado de ser una fuente de calcio y vitaminas a una fuente de polémica.
Fuente: Diario22.ar, Medline Plus y Archivo personal
Consultor Medico: Dr. Rene A. Triviño G. - M.P. 5812 - Medicina Integrativa