Un efectivo policial, que realizaba servicios adicionales para una distribuidora de alimentos y bebidas sobre la Ruta 5, denunció ayer haber sido atacado por dos motochorros que le robaron casi $1.400.000. Fue cuando se dirigía en su propia moto hasta un banco en el centro de la capital correntina, pero fue interceptado y tirado del vehículo. El fiscal del caso intenta establecer ahora la veracidad del testimonio, que en principio presentaría algunas incongruencias, según indicaron ayer fuentes judiciales.

El extraño robo ocurrió alrededor de las 6:45, a la altura del kilómetro 2,5 de la Ruta Provincial N°5, en cercanías al INTA, cuando un hombre de apellido Retamozo, policía de la provincia de corrientes, transportaba un bolsito, tipo morral, con una suma aproximada al $1.400.000 entregado por el dueño de la firma comercial "Corrientes Distribuciones SRL", para la que hace adicionales. La orden era, como todas las semanas, trasladar a una entidad bancaria para su correspondiente depósito, una tarea exclusiva que el efectivo realizaba hace muchísimos años para la distribuidora.

Hasta allí todo parecía normal, el hombre subió a su propia motocicleta, una Honda de 125 cc., y tomó la Ruta Provincial 5 y comenzó el trayecto hacia el banco ubicado por calle Córdoba entre Junín e Hipólito Irigoyen, en el centro de la capital. A los pocos minutos de transitar por la ruta, el hombre habría sido interceptado por dos sujetos a bordo de una motocicleta de color azul, quienes comenzaron a tironearle su morral, provocando que la víctima perdiera estabilidad y cayera con su moto al piso, en cercanías al INTA.

El policía dijo que allí se percató que le habían sustraído el bolso en el que llevaba el dinero y reaccionó rápidamente; levantó su motocicleta del piso y comenzó a perseguir a los delincuentes que lo habían atacado, quienes se metieron a una calle de tierra que desemboca en la avenida Centenario, donde finalmente los perdió de vista. Los maleantes circularían en una motocicleta de color negra, posiblemente una Honda Biz de 110 cc.

La Justicia ordenó buscar cámaras de seguridad de la zona para que respalden la declaración realizada por el funcionario, pero allegados al caso indicaron que "hay algunas incongruencias en el testimonio de la supuesta víctima". Al parecer Retamozo portaba su arma reglamentaria, que en ningún momento durante el asalto o la persecución la habría exhibido, "al menos para amedrentar a los sospechosos". Tampoco se identificó como policía, o al menos no lo habría citado en sus declaraciones. Otro punto es que no presentaba en su cuerpo, manos, brazos y piernas, las lesiones típicas de una caída en moto a la velocidad en la que se supone lo atacaron y lo tiraron. Por último, los delincuentes circulaban en una moto de menor cilindrada que la víctima que los persiguió, pero lograron escapar. Por ahora todas son conjeturas de la investigación, son puntos que no dejan de ser llamativos a la hora de poner en contexto.

Por el momento el caso fue caratulado como "supuesto robo simple", denunciado en sede de la comisaría Décima.

Diario22.ar con información de Diario Época