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25/04/2024
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Durante esta temporada, las altas temperaturas, la humedad y la sudoración incrementan las pérdidas de agua, por lo cual es necesario garantizar la reposición exógena de agua necesaria para evitar un cuadro de deshidratación.

El agua es esencial para la buena salud, sin embargo, las necesidades individuales de agua dependen de muchos factores, como tu salud, el nivel de actividad física y dónde vives, etc. Sin comer podríamos sobrevivir muchos días, incluso meses, según la cantidad de reservas que tengamos almacenadas, pero sin agua solo viviríamos tres días.

El agua es el elemento químico principal del cuerpo y representa el 60% del peso corporal. El cuerpo depende del agua para sobrevivir y cumple muchas funciones: elimina los desechos a través de la orina, la transpiración y las evacuaciones intestinales, mantiene una temperatura normal, lubrica y amortigua las articulaciones, protege los tejidos sensibles.

La falta de agua puede provocar deshidratación, que es una afección que ocurre cuando no tienes suficiente agua en el cuerpo como para llevar a cabo las funciones normales.

Hay que recordar que el mecanismo de la sed no es un indicador fiable, puesto que el mismo aparece de manera tardía, cuando el individuo se encuentra levemente deshidratado. Con el paso de los años, la sensación de sed tiende a disminuir, lo que puede implicar un menor consumo de líquidos.

¿Cuánta agua necesitas?

La ciencia ha determinado que el consumo diario adecuado de líquido es de aproximadamente 3 litros de líquido para los hombres y aproximadamente 2 litros de líquido por día para las mujeres.

Hay una formula practica de calcular consiste en dividir el peso del cuerpo entre 7, lo cual dará el número de vasos de 250 ml a consumir por día (Ej. 84 kg de peso/7 = 12 vasos de 250 ml).

Aproximadamente el 20 % del consumo diario de líquido suele provenir de los alimentos y el 80% restante de las bebidas. Si realizamos una alimentación sana y variada podemos llegar a cubrir casi la mitad de los requerimientos diarios través de los alimentos; Por lo que solamente, necesitaríamos ingerir entre 4-6 vasos de agua al día.

Recomendaciones para la hidratación en verano:

-Consumir agua segura de manera frecuente. Algunas personas refieren cierta dificultad para consumir agua, ya sea porque no tienen el hábito, porque se olvidan o porque no tienen agua al alcance. Si te identificas con alguna de estas situaciones, es recomendable tener una botella con agua siempre disponible (en casa, en el trabajo, en la mochila), establecer horarios o momentos para el consumo de agua a lo largo del día para ir instaurando el hábito. 

-No esperar a tener sed para ingerir agua. La sensación de sed es ya un síntoma de alerta que activa nuestro propio organismo, para indicarnos que el cuerpo está deshidratado.

-Las infusiones también “suman” como bebidas hidratantes. Acá lo importante es considerar la sustancia endulzante elegida.

-Consumir aguas saborizadas caseras, licuados o jugos de frutas elaborados con frutas. Estas preparaciones pueden convertirse en nuestros aliados dado el elevado aporte de agua que contienen ya sea por elegir agua segura (como medio líquido de base) así como también por los alimentos que utilizamos en su elaboración (frutas).

-Si realizas actividad física, asegúrate de estar correctamente hidratado antes, durante y después de la misma.

Factores que influyen en las necesidades de beber agua:

Ejercicio. Si practicas alguna actividad que te hace sudar, es importante beber agua antes, durante y después de hacer ejercicio. Si la actividad física es intensa y dura más de una hora, una bebida deportiva puede reemplazar los minerales de la sangre (electrolitos) perdidos a través del sudor.

Entorno. El clima cálido o húmedo puede hacerte sudar, y es necesario que bebas más líquido.

Salud general. El cuerpo pierde líquidos cuando tienes fiebre, vómitos o diarrea. Otras afecciones que podrían requerir un aumento en el consumo de líquido son las infecciones en la vejiga y los cálculos en las vías urinarias.

Embarazo o lactancia. Las mujeres que están embarazadas o amamantando necesitan más líquido para mantenerse hidratadas. La Oficina para la Salud de la Mujer les recomienda a las mujeres embarazadas beber alrededor de 10 vasos (2,4 litros) de líquido por día y a las mujeres que amamantan, alrededor de 13 vasos (3,1 litros) de líquido por día.

Fuente: Diario22.ar, Medline Plus y Archivo personal

Consultor Medico: Dr. Rene A. Triviño G. - M.P. 5812 - Medicina Integrativa







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