Esta familia comenzó con los eco ladrillos, con el objetivo de reutilizar los plásticos de su hogar. Pero de a poco juntaron tantos que no tenían donde ponerlos, y decidieron que la mejor idea era donarlos.
“El rendimiento con respecto al ladrillo común, es mucho mejor. La calidad de la terminación y el costo es mucho menor”, explicó el padre de los jóvenes.
Además, continuó comentando que “van a ser dos años que fabricamos ladrillos, tenemos un reservorio para cuando arranca cada obra, entonces adelantamos bastante y también hay que tener en cuenta que lleva arena y cemento. Mucha gente colabora con los materiales”.
Todo muy a pulmón, entre los 3 se encargan tanto de armar los moldes, como también la mezcla, además de recolectar los plásticos que se utilizarán para la fabricación del eco ladrillo.
“Por la cantidad de moldes que tenemos, los hacemos cada 3 días. Hay que dejar fraguar y después desarmar los moldes, sacar los ladrillos y volver a preparar las tandas”, explicó el padre.
Los eco ladrillos Son botellas plásticas, preferentemente pequeñas, que se rellenan con cualquier tipo de residuos plásticos y papel aluminio, como bolsas de nylon, celofanes y papeles muy plastificados.
Acá el plástico no se recicla, sino que se reutiliza, lo que le da un nuevo uso a todos los materiales con los que se arma.
Una vez terminado se utiliza para la construcción, ya que sirve como aislante acústico, térmico y antisísmico.
“Por la calidad, son más seguros inclusive que los ladrillos convencionales porque con el paso del tiempo se desgastan, con estos no pasa. Son más grandes, más pesados”, explicó uno de los jóvenes.
Esto sirve fundamentalmente para no tirar las botellas en la calle, las rellenas de plásticos blandos hasta que no entre más y ahí ya está lista para usar.
“Es la única forma que el plástico no se convierta en basura que tape los desagües”, insistió el padre.
Toda la población está invitada a colaborar con la familia Nikitienko en esta noble tarea que ayuda a que los merenderos de la ciudad de Sáenz Peña puedan tener un establecimiento digno.