En las últimas horas dos menores fueron rescatados en el B° Juan B Alberdi por presuntos maltratos y abusos. Sin embargo, los familiares de los niños han salido al frente para desmentir rotundamente tales acusaciones, argumentando que se trata simplemente de un "capricho del menor por querer plata", aseguraron a NG Federal.

Continúa la conmoción sobre el rescate de dos niños que habrían sido abusados en una vivienda del Barrio Juan Bautista Alberdi hace casi diez años en Resistencia. NG Federal se acercó hasta el lugar donde reside la familia para escuchar los testimonios del estremecedor hecho. Sin embargo, los parientes de los menores desmintieron todas las versiones.

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Flavia Solís, abuela de los menores, fue enfática al desmentir los informes de maltrato. "Una falsedad muy grande", expresó, desglosando minuciosamente los eventos que llevaron a la confusión. Según su relato, los menores fueron dejados en su hogar por su madre, tras lo cual transcurrió una serie de eventos normales y corrientes, alejados de cualquier indicio de maltrato.

"Una falsedad grande es lo que han dicho", agregó Solís, refiriéndose a las acusaciones de que los menores habrían sido dejados afuera de la casa. Según su versión, siempre han sido bienvenidos en el hogar y nunca se les ha negado la entrada. "Todo lo que quiero es lo mejor para mi nieto, como le quería a mi hija", enfatizó.

Roxana Alcaraz, madre de los menores, también compartió su versión de los hechos, desmintiendo categóricamente cualquier acusación de maltrato. Explicó que la situación fue tergiversada y que en ningún momento se les negó la entrada a los menores.

El relato del hecho

"Los niños llegaron de la escuela alrededor de las 18:15 o 19 horas y quedaron bajo el cuidado de la madre en casa. Cerca de las 20:30, les indiqué que entraran", explicó la abuela. Añadió que luego fueron a la casa de la familia Araujo, donde los invitaron a un asado. Más tarde, Flavia mencionó: "Después, el más pequeño vino a pedirme una gaseosa y se la di, como suelo hacer siempre".

"Dicen que mis niestos andan pidiendo comida y es una falsedad grande. Me da vergüenza y bronca porque mintieron, incluso dijeron que no les queríamos abrir el portón y que los dejamos afuera"- 

Según el testimonio proporcionado por Flavia Solís, la abuela de los niños, ellos sí fueron dejados entrar en la casa. La mujer refuta las acusaciones de que los niños los abandonados al frente de la vivienda, afirmando que siempre fueron bienvenidos en su hogar. Ella sostiene que la madre de los niños los llevó a la casa después de la escuela, y más tarde regresó para recogerlos.

"Pueden ingresar siempre. Nadie les cerró las puertas. Ellos vienen a buscar plata para sus gaseosas porque sino los amigos del barrio no los dejan. No sucedió nada de lo que dicen", dijo la madre.

En relación a la consulta de que en el año 2015 ya existía una denuncia, la abuela de los niños lo desmintió y según ella, no hubo antecedentes de maltrato o situaciones similares en ese año. Ella niega rotundamente que los niños hayan sufrido violencia en ese período, refutando así cualquier acusación que sugiera lo contrario.

En cuanto a la respuesta de la policía y la asistencia social, los familiares señalaron que, aunque inicialmente se mostraron reticentes, finalmente les permitieron ingresar. Sin embargo, expresaron su frustración por el tratamiento recibido durante el proceso.

"Estaban asustados los chicos por el ingreso policial", dijo la madre.

Según los familiares, la intervención policial fue percibida como agresiva y violenta. Se mencionó que los agentes golpearon la puerta durante aproximadamente media hora antes de que se les permitiera el ingreso. Además, se afirma que hubo resistencia por parte de los familiares para permitir la entrada de la asistente social y la policía. 

Según datos oficiales, los menores se encuentran bajo el resguardo de sus abuelos paternos.

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