Es un condimento líquido que proviene de la cultura China, su historia se remonta a la dinastía Zhou (1040 a. C.), en la que el budismo tomó forma entre las comunidades asiáticas y con esta también la abstención de comer carne (vegetarianismo) por lo que quienes la practicaban se vieron forzados a buscar alternativas a los condimentos que se derivaban de los preparados de carne que se comían. 

Inicialmente, era preparada en forma de pasta con granos de Soja fermentados, posteriormente fue tomando la forma actual. La salsa de soja ofrece el denominado 'quinto sabor', el umami.

La salsa de soja es una combinación de soja y trigo que consistente en frijoles de soja que han sido hervidos, triturados, fermentados y envejecidos durante un período de tiempo creando un líquido que se acumula cuando la pasta de soja fermentada (con el hongo Aspergillus oryzae) se exprime mecánicamente. La salsa de soja es baja en calorías (63 calorías /100 grs) tiene 1 gramo de proteína y 1 gramo de carbohidratos, aunque es muy alta en sodio.

Beneficios de la salsa de soja:

La salsa de soja es una buena fuente de vitamina B3, de ciertos minerales, incluyendo hierro, fósforo y manganeso. También tiene aminoácidos libres y vitamina B2.

-Su composición mineral ayuda a mejorar la circulación sanguínea y es útil en caso de enfermedades del corazón y vasos sanguíneos.

-Ayuda con el insomnio, dolores de cabeza, hinchazón, dermatitis y otras enfermedades.

-Ayuda a acelerar el metabolismo y a retirar las toxinas del cuerpo, por lo que es una herramienta eficaz en la lucha contra el exceso de peso.

-Es importante para la salud femenina porque contiene una gran cantidad de fitoestrógenos que sirven para normalizar el ciclo menstrual, mantener la juventud y la menopausia.

Fuente de sodio. 1 cucharadita tiene 335 miligramos de sodio que es un mineral esencial necesario para las funciones corporales básicas, incluyendo la transmisión nerviosa y la regulación de la presión arterial; A diferencia de una cucharita de sal que posee 2300 mg de sodio. Los adultos que sufran de presión arterial alta no deberían consumir más de 1,500 mg por día.

Antialérgica. Los polisacáridos producidos durante el proceso de fermentación tienen potentes capacidades antialérgicas. Los científicos concluyeron que es muy prometedora en el tratamiento de las alergias, aunque se necesita más estudio.

Antioxidantes. Es muy alta en isoflavonas, un antioxidante natural. Los antioxidantes naturales protegen el cuerpo de los daños causados por los radicales libres. Además, se encontró que sus propiedades antimicrobianas protegen al cuerpo de ciertas bacterias.

Tracto digestivo. La descomposición de grandes moléculas de proteínas y carbohidratos en unidades más pequeñas a través de la fermentación de los alimentos, puede hacer menos trabajoso su digestión, lo cual puede ser útil en diversas circunstancias.

La fermentación produce concentraciones más altas de oligosacáridos que favorecen el crecimiento de bacterias buenas en nuestro intestino grueso como el lactobacillus bulgaricus y el streptococcus thermophilus, que nos ayudan a obtener nutrientes de los alimentos y proporcionan el equilibrio químico dentro de nuestro intestino grueso.

Apoyo del sistema inmune e inflamatorio. Algunos polisacáridos dentro de la familia de los carbohidratos pueden disminuir la actividad de una enzima llamada hialuronidasa; La hiperactividad de esta enzima se asocia con un aumento de la inflamación y también con una mayor probabilidad de reacción alérgica.

Contraindicaciones de la salsa de soja:

La soja puede causar algunos efectos secundarios leves como estreñimiento, distensión abdominal y náuseas. También puede causar reacciones alérgicas con erupciones cutáneas y picazón en algunas personas.

Precauciones en: embarazo, niños, cáncer de mama y vejiga, insuficiencia renal, cálculos renales, hipotiroidismo, diabetes y alergia a la leche.

Fuente: Diario22.ar, Medline Plus y Archivo personal

Consultor Medico: Dr. Rene A. Triviño G. - M.P. 5812 - Medicina Integrativa