Una de las mascotas más populares, especialmente para los niños, es el hámster. A continuación, te dejamos algunos de los pros y de los contras de tener un hámster como mascota. 

Ventajas:

El primer beneficio de tener un hámster como mascota es lo simple de su cuidado. El hámster como mascota, durante años, ha sido el gran desconocido, pero ahora tenemos un amplio surtido de equipos especializados para hacer más fácil su cuidado. Tenemos, por ejemplo, bolsas de comida para hámster, juguetes que han sido probados para la seguridad del animal, y jaulas seguras en las que mantenerle a salvo.

La mayoría de los hámsteres adquieren rápidamente el hábito de usar como letrina sólo una esquina de su jaula. El resto de la jaula, la mantendrá impecablemente limpia. Además, un hámster correctamente cuidado es poco probable que produzca olores desagradables.

Desventajas:

Como puedes ver, los hámsteres tienen numerosos aspectos que los definen como grandes mascotas. Sin embargo, están lejos de ser perfectos, razón por la cual muchas personas optan por tener como mascotas a otros pequeños roedores.

Los hámsteres tienen muy mala vista, por ello, tienden a percibir las cosas mucho más por el sonido, el olfato y el gusto. Esto significa que los hámsteres son mucho más propensos a morder que la mayoría de los otros roedores. Si metes el dedo dentro de las barras de la jaula, es probable que tu hámster clave sus dientes con el fin de descubrir si tu dedo es comestible.

Los hámsteres tienen un estilo de vida nocturno (significa que están despiertos durante toda la noche). A menos que se les moleste, los hámsteres pasarán la mayor parte del día acurrucados y dormidos (pueden ser poco agradables si se les despierta); Para procurar el buen descanso de la familia, es importante situar la jaula del hámster en el sitio correcto.

¿Puede transmitir enfermedades?

La enfermedad más común que puede transmitir un hámster a una persona es la Coriomeningitis linfocítica (infección viral del cerebro o de las membranas alrededor del cerebro y de la médula espinal). Esta infección lo ocasiona el virus de Coriomeningitis linfocítica (LCM); Las personas se infectan al respirar las partículas secas de la orina, heces o saliva del animal, los cuales han sido aerotransportadas como polvo e ingeridos con alimentos contaminado por la orina del roedor. La mejor forma de evitar la enfermedad, es que la persona evite tener contacto directo con los hámsteres, pero, sobre todo, con sus heces. Es importante que las jaulas se limpien de manera regular, evitar la acumulación de heces secas que pueden diseminarse en el ambiente a través del aire; En lo posible usa un líquido desinfectante para limpiar el área donde se pueda posar el animal.